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Un sistema de protección contra el rayo (SPCR) tiene cuatro objetivos
básicos:
1) Capturar el rayo.
2) Conducir la corriente del rayo de forma segura a tierra.
3) Disipar la corriente del rayo en tierra.
4) Proteger contra los efectos secundarios del rayo.
En un mundo de edificios y equipos cada vez más complejos, el rayo
es un riesgo continuo. Una descarga puede dañar los edificios y
producir fallos en los equipos electrónicos. Además puede ocasionar
un incendio y pérdidas económicas muy graves.
El rayo es uno de los fenómenos más destructivos de la naturaleza.
Durante las tormentas eléctricas se producen gran cantidad de
descargas atmosféricas que pueden alcanzar
cientos de kiloamperios
.
Estas descargas atmosféricas suponen un grave peligro para personas,
animales, edificios y equipos electrónicos, produciendo graves
consecuencias que van desde la generación de incendios a pérdidas
económicas por parada de procesos críticos en la producción.
Además, las descargas eléctricas directas sobre las personas
provocan el paso de una corriente de cierta intensidad durante un
corto plazo de tiempo, suficiente para provocar electrocución por paro
cardíaco o respiratorio, además de quemaduras de distintos grados.
Hasta la fecha actual, no hay ningún dispositivo capaz de evitar la
formación de los rayos. Sin embargo, sí es posible crear un camino
de descarga a tierra que minimice sus efectos perjudiciales sobre el
entorno: el sistema de protección contra el rayo (SPCR).
La necesidad de protección contra el rayo debe considerarse en las
primeras fases del diseño de la estructura.
> NECESIDAD DE PROTECCIÓN
Descarrilamiento de tren por impacto de rayo.
Wenzhou (China).
Efectos eléctricos:
destrucción de equipos.
Elevación del potencial de tierra y generación de
sobretensiones que pueden dañar los equipos
conectados a la red eléctrica.
Efectos electrodinámicos:
daños en edificios.
Deformaciones y roturas en la estructura por las
fuerzas generadas por el elevado campo magnético
que se produce.
Efectos térmicos:
incendios.
La formación de chispas y la disipación de calor por
efecto Joule pueden llegar a provocar incendios.
Efectos sobre las personas y animales:
electrocuciones y quemaduras.
El paso de una corriente de una cierta intensidad
durante un corto plazo de tiempo es suficiente para
provocar riesgo de electrocución por paro cardíaco
o respiratorio. A esto se añaden los peligros de
quemaduras.
Efectos de inducción:
Dentro de un campo electromagnético variable, todo
conductor sufre el paso de corrientes inducidas.
Si estos conductores llegan a equipos electrónicos
o informáticos pueden llegar a producir daños
irreversibles.
> EFECTOS DESTRUCTIVOS DEL RAYO